El lavavajillas es uno de esos electrodomésticos que se vuelven indispensables en el hogar, ahorrándonos tiempo y esfuerzo. Sin embargo, muchos de nosotros, sin darnos cuenta, cometemos errores que pueden reducir su vida útil y afectar su rendimiento. Para ayudarte a mantener tu lavavajillas en perfecto estado, aquí te dejamos una lista de los errores más comunes que pueden desgastarlo y cómo evitarlos.

 

1. No enjuagar los platos antes de ponerlos en el lavavajillas

Aunque muchos lavavajillas modernos prometen poder con todo, los restos de comida grandes pueden obstruir los filtros y los brazos rociadores. Esto no solo afecta la eficacia del lavado, sino que también pone presión extra sobre el motor.

Cómo evitarlo: Raspa los restos de comida de los platos antes de colocarlos en el lavavajillas. No es necesario enjuagarlos completamente, pero eliminar los trozos grandes hará una gran diferencia.

 

2. Sobrecargar el lavavajillas
Es tentador meter todo lo que podamos para ahorrar agua y energía, pero sobrecargarlo puede bloquear los brazos rociadores, haciendo que el agua no llegue a todos los rincones. Esto no solo resulta en platos mal lavados, sino que también fuerza el motor y otros componentes.

Cómo evitarlo: Asegúrate de colocar los platos de manera que no bloqueen los brazos rociadores y que haya suficiente espacio entre cada pieza para que el agua fluya correctamente.

 

3. Usar el detergente equivocado
No todos los detergentes son adecuados para el lavavajillas. Usar un detergente no específico o en exceso puede causar acumulaciones de residuos en el interior del aparato y en los filtros, lo que puede dañar el sistema.

Cómo evitarlo: Utiliza siempre un detergente diseñado específicamente para lavavajillas y sigue las instrucciones del fabricante para la dosis adecuada.

 

4. No limpiar los filtros regularmente
Los filtros son los encargados de atrapar los restos de comida y evitar que lleguen al sistema de drenaje. Si no se limpian con regularidad, pueden obstruirse, afectando el rendimiento del lavavajillas e incluso provocando malos olores.

Cómo evitarlo: Limpia los filtros al menos una vez al mes. Basta con sacarlos, enjuagarlos con agua caliente y eliminar cualquier residuo acumulado.

 

5. No revisar los brazos rociadores
Con el tiempo, los orificios de los brazos rociadores pueden obstruirse con restos de comida o minerales del agua, lo que reduce la eficacia del lavado.

Cómo evitarlo: Revisa y limpia los brazos rociadores cada pocos meses. Puedes usar un palillo o un cepillo de dientes viejo para desatascar los agujeros.

 

6. Usar ciclos de lavado demasiado cortos
Los ciclos rápidos son tentadores cuando tienes prisa, pero no siempre son lo mejor para una limpieza profunda. Usarlos constantemente puede llevar a una acumulación de residuos en el interior del lavavajillas, ya que el agua caliente y el detergente no tienen tiempo suficiente para descomponer la grasa.

Cómo evitarlo: Utiliza ciclos de lavado intensivos de vez en cuando para asegurarte de que el interior del lavavajillas se limpia a fondo.

 

7. Ignorar las señales de alerta
Muchos lavavajillas modernos cuentan con indicadores y señales de alerta que te avisan si algo no va bien (como niveles bajos de sal o abrillantador). Ignorar estas advertencias puede llevar a un desgaste prematuro del electrodoméstico.

Cómo evitarlo: Presta atención a las señales del panel de control y actúa de inmediato. Asegúrate de tener siempre sal y abrillantador en el lavavajillas, especialmente si tu agua es dura.

 

8. No utilizar sal para lavavajillas en zonas de agua dura
Si vives en una zona con agua dura y no utilizas sal para lavavajillas, los depósitos de cal pueden acumularse en los componentes internos, reduciendo la eficacia del aparato y provocando daños a largo plazo.

Cómo evitarlo: Asegúrate de usar sal para lavavajillas según las indicaciones del fabricante, especialmente si notas manchas blancas en tus platos o vasos.

 

9. Cerrar la puerta bruscamente
Puede parecer un detalle menor, pero cerrar la puerta del lavavajillas de manera brusca puede dañar las bisagras y el cierre, provocando fugas con el tiempo.

Cómo evitarlo: Trata la puerta con suavidad y asegúrate de que nada obstruya el cierre.

 

10. No realizar un mantenimiento periódico
Un lavavajillas necesita un mantenimiento regular para funcionar correctamente. Esto incluye limpiar los filtros, los brazos rociadores y realizar un ciclo de limpieza con vinagre blanco o un limpiador específico.

Cómo evitarlo: Dedica unos minutos al mes a realizar una limpieza general del lavavajillas. Esto alargará su vida útil y mejorará su rendimiento.

 

Cuidar tu lavavajillas no requiere mucho esfuerzo, pero un poco de atención y mantenimiento pueden hacer una gran diferencia en su rendimiento y durabilidad. Evita estos errores comunes y asegúrate de que tu lavavajillas siga funcionando de manera óptima durante muchos años.